Guion: Robin Wood y Ricardo Ferrari
Dibujo: Sergio Mulko, Ricardo Villagrán, Enrique Villagrán y Jorge Zaffino
Editorial: Planeta DeAgostini (edición original de Editorial Columba en las revistas D'Artagnan 373/377 y D'Artagnan Súper Color 2/6/7/9, año 1976)
Hora de reseñar la entrega 23 del coleccionable y les aviso que ni voy a gastar palabras en ‘El gigante y el anciano’, último de los capítulos que reciclaron guiones de Robin Wood cambiando solo nombres y ubicaciones (Ur-El se convierte en Arthos, Teseo en Filipo, etc.)…. Si quieren saber de qué se trata, mejor lean la versión original llamada ‘El viejo’, que se encuentra en el segundo tomo de la colección. Obvio esta “remake” tiene el aliciente de estar dibujada por Sergio Mulko, pero fuera de eso tiene que pasar al más triste de los olvidos junto con Arthos y el resto de esta grasada. Por suerte el tomo trae otros cinco capítulos y tres dibujantes para repuntar con todo.
‘Los bárbaros’ es de esos capítulos recontra épicos, con manija política, una nueva aparición de Aneleh (ahora soberana sin tiempo para sentimentalismos baratos) y Oiram, su fiel compañero, relegado a un cargo militar; este último es central en la trama del capítulo y es interesante como se desarrolla la relación con Nippur, siendo uno de los pocos secundarios que el sumerio respeta, pero con suficiente tensión y bronca contenida entre ambos como para que nunca puedan llegar a ser amigos. Por otro lado es el último episodio que dibujara Mulko por un largo tiempo, así que es un gusto ver al maestro despedirse con una trama a su nivel. Lástima que es a colores, con fondos, personajes y animales cambiando cual semáforos de una viñeta a otra.
‘El infierno y el paraíso’ es un drama de supervivencia, traiciones y obvio, todo un estudio de la naturaleza humana. Es Nippur y un grupo de criminales condenados intentando sobrevivir en un terreno inhóspito y exótico, ideal para que Ricardo Villagrán se luzca con los fondos selváticos. Hasta el color acompaña bastante bien sacando algún aleatorio cambio de ropa.
‘El amor de Ordar’ es la enésima variante de amor entre muchacha rica, joven esclavo y Nippur metido en el medio tratando de que todos salgan vivos (y obvio, fallando). Más meritorio que la trama es que se trata del primer capítulo dibujado por Enrique Villagrán, hermano de Ricardo y otra pata fundamental del aspecto artístico de Editorial Columba durante varios años.
En ‘Nippur’ Enrique usará el seudónimo Gomez-Sierra, supongo que para diferenciar a los dibujantes que solo figuraban con el apellido en muchos de los capítulos, pero con solo ver el dibujo se nota un estilo bastante distinto al de su hermano mayor; ambos tienen un trazo limpio y de narrativa clásica, pero los rostros de Enrique son más angulosos y estirados, con más histrionismo en las expresiones. También tiende a dibujar los cuerpos más anchos y retacones, con la sensualidad femenina remarcada.
‘Diez hombres libres’ (también con dibujo de Enrique Villagrán) es una bella historia sobre la libertad y una patada al cuore en drama, con mucho desarrollo de historia previa y personajes; es el tipo de historia que un guionista de cine piola puede transformar de 16 páginas en dos horas de épica cinematográfica. En el segundo debut de este tomo, por primera vez aparece acreditado Ricardo Ferrari como co-escritor. Más sobre eso en la próxima reseña.
Dicen que los tontos siempre quedan a lo último y bue… el último capítulo del tomo se llama ‘El tonto’, en referencia al tipo de poca inteligencia pero enorme corazón que Nippur encuentra en una ciudad que le despierta sospechas, por supuesto fundamentadas. Y acá tenemos el tercer debut, en este caso del enorme Jorge Zaffino en los lápices, uno de esos nombres que se consideran embajadores del talento argentino ante todo el mundo. Encima en un capitulo blanco y negro, ideal para apreciar todo el cuidado en rostros, vestimentas y construcciones, así como la línea delicada y sutil en los fondos.
¡Hasta la próxima, que Samas los acompañe!
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