Historieta: Colección Nippur de Lagash Volumen 18

Guion: Robin Wood

Dibujo: Sergio Mulko, Ricardo Villagrán y Lucho Olivera

Editorial: Planeta deAgostini (recopila material publicado por editorial Columba en las revistas 'D'Artagnan' y 'Nippur de Lagash-Todo Color' entre mayo y septiembre de 1974)

Llegamos al tomo 18 de la colección con un importante cambio gráfico y editorial en la historia del personaje. Pero vayamos por partes.

Primero que nada, Sergio Mulko este prendido fuego, en este tomo no se puede creer las cosas que hace en composición, las tramas en los fondos (los remolinos de tinta china ya son un clásico), los contrastes… un momento… estos personajes, esas poses, esas miradas….

¿No tienen un aire esos labios femeninos y ese duro rostro masculino a los dibujos de cierto dibujante yanqui ultra conocido?

¿Vieron? A Frank Miller se le ve la ficha de Breccia y Muñoz a kilómetros, pero me sorprendió tomando esta influencia. Y más sorprende el poder de llegada de este material a Europa y USA en una época (mediado de los 70’s, primeros años de los 80’s) donde todo intercambio cultural se basaba en los viajes personales y envíos postales. Una pena que nadie le tiró un “¿Mulko que te parece?” a Miller cuando anduvo por Rosario hace dos años.

Este tomo pertenece casi por completo a mi tocayo; ilustra ‘Niniver, que cantaba con los pájaros’, bastante parecido en la base “piba bella e inocente secuestrada por malos malísimos” a ‘El día del jinete negro’, el único capitulo dibujado por Ricardo Villagrán en el tomo.

‘El hombre blanco de la montaña’ es tirando a bizarro y sobrenatural, pero el dibujo de Mulko le mete tanto clima y presencia que se la rebanca, es un capítulo que tranquilamente podía haberse publicado en la 'Creepy' yanqui de la misma época. Ah, y si, también es de Nippur rescatando bellas doncellas, pero esta vez lo acompaña un viejo muy onda el hechicero Shazam, lástima que no le da superpoderes al sumerio.

Detengo la chorrera de baba hacia Mulko porque llegamos al capítulo ‘Aneleh’ y vuelve el ídolo, el papá de Nippur junto con Robin Wood, el que Mulko tiene al ladito de sus hojas en blanco desde el primer día, el gran Lucho Olivera… pero vuelve a color… y no sé, es como cuando te juntas con una expareja con la que el sexo era genial… y ahora no esta tan bueno… ¿se entiende?  Ojo, no es culpa ni de Lucho ni de la expareja, solo que pasaron cosas y en este caso, don Columba empieza a meterle color a casi todos los dibujantes, incluso a los tipos que funcionan mucho mejor en blanco y negro. Y si encima es un colorista más manco de lo habitual, como el de este capítulo…en fin…

Pero atenti que ‘Aneleh’ es un episodio fundamental, no solo por el regreso de Lucho sino porque marca el final de ‘Nippur de Lagash-Todo Color’, la revista dedicada al sumerio. Así que ahora Nippur vuelve a ser exclusivo de ‘D’Artagnan’.Además, es el debut de dos personajes que van a reaparecer varias veces: la revolucionaria Aneleh y su fiel compañero Oiram. Los dos son personajes muy interesantes, con buenos conflictos, y que volveremos a ver al toque.

‘La venganza inútil’ es un capítulo intrascendente, tirando a uno parecido de hace unos tomos donde un hombre buscaba sangre por la muerte de su hermano, pero termina reconociendo que el hermano era bastante sorete.  

En cambio ‘El buen rey y su pueblo’ es un intercambio de diálogos excelentes entre el sumerio, el guerrero Nidimir y un joven rey del que nunca sabemos su nombre, pero es algo que pocas veces vemos en estas historias: un joven monarca decente con ganas de ser buen gobernante.

Y finalmente en ‘La amazona y la reina’ Nippur… ah, no… Nippur no hace un carajo, es capturado y al rescate van… ¡Karien y Aneleh! Primero… ¿vieron que les dije que Aneleh y Oiram eran importantes? Y segundo, maravilloso el cambio de punto de vista. Lo único criticable es la telenovelita interna de la amazona peliroja porque piensa que Nippur gusta de Aneleh. Pero bue, a Nippur lo leen hombres muy machos que tienen que ver algo de debilidad en las minas, sino se les podía deconstruir el mundo. En fin, sacando eso es un gran gran (así, dos veces) capitulo.

¡Hasta la próxima!