De chico era más hincha de ‘ThunderCats’ que de ‘He-Man and the Masters of the Universe’ (MOTU entre los amigos y los que les gusta hablar con siglas)… o sea, me acuerdo de varias cosas puntuales de la serie animada, de la peli con actores, tuve algún muñeco (que si hubiera conservado seguro me pagaba las vacaciones) pero en mi percepción infantil, Lion-O y compañía tenían aventuras más épicas y las cosas avanzaban, mientras que He-Man contra Skeletor era un chiste repetido una y otra vez. Seguro las dos eran una cagada (o una genialidad) pero yo me quede con esa idea.
Así que cuando me crucé con este libro en un evento de historieta, en una lujosa edición de tapa dura, pensé “mira que loco, parece copado” pero a otra cosa mariposa. Meses más tarde me lo volví a cruzar, esta vez en una edición tapa blanda y más barata, así que lo compré a ver qué onda. ¿La conclusión? Lion-O se la come, He-Man se la da.
Lo que plantea el ideólogo, dibujante y editor Claudio Sagrera (más conocido como Scuzzo) con los textos de Alejandro Soltonovich es una genialidad: las series animadas, los minicomics que salían con los muñecos, las tiras diarias, los comics de DC, etc…. todo eso es un VERSO, versiones edulcoradas y contadas por el bando vencedor que ocultan una historia oscurísima, llena de secretos y tragedias. O sea que ‘Eternya Apocripha’ es MOTU pero escrito por George R. R. Martin.
Siendo más estrictos, es una precuela; un detallado raconto de las usurpaciones de trono, conjuros oscuros, amoríos, traiciones, incestos y conspiraciones que provocan el tradicional conflicto de buenos versus malos que ya conocemos, pero dando una nueva luz y perspectiva. Y en los apéndices finales los autores cierran el ciclo y otorgan un desenlace, cosa rarísima para MOTU y casi diría para cualquier franquicia ochentosa en general, lo que hace de ‘Eternya Apocripha’ algo nuevo y único.
Cuando lo leí por primera vez pensé que los autores fumaron de la buena y mandaron alta sarasa pero no, toda esta versión ‘apócrifa’ toma en cuenta sagas que quedaron inconclusas en los 80’s, momentos contados en la serie animada del 2002 y en estilo se parece mucho más a los minicomics que venían con los primeros muñecos, con una Eternia más medieval y con menos toques de ciencia ficción. No puedo dar más detalles del argumento sin spoilear pero estoy seguro de que hasta el fan más acérrimo lo va a disfrutar y quedar satisfecho.
¿Y para el lector que le chupa un huevo MOTU? También tiene un montón de cosas para disfrutar. La historia es fluida e interesante; al simular ser un texto antiguo tiene modismos y yeites literarios atípicos que uno se acostumbra enseguida, más por la velocidad con la que avanza la trama, y la brevedad del relato le juega a favor para no ahondar en descripciones de ambientes o comidas. El estilo de las quince ilustraciones casi de página completa, con una frase debajo, me choco al mostrar personajes con onda humorística en una historia con tanto peso dramático, aunque queda claro que hay una intención de construir arquetipos y que se note el parecido entre personajes como Keldor, Duncan, etc.
Viendo más allá de lo que ofrecen texto e ilustraciones, ‘Eternya Apocripha’ está planteado en todos los detalles como un auténtico libro medieval, de esos con los que te machacan en los primeros años de diseño gráfico. La fuente elegida para los textos, el comienzo de cada capítulo donde se hace un resumen de lo que está por ocurrir, el mapa y el árbol genealógico con frases en latín, todo esta puntillosamente cuidado para darle una identidad medieval. En la edición original se nota más aún estos detalles con la tapa de cuerina negra, el emblema en dorado, el señalador de tela y las contratapas filigranadas; la verdad que ahora me da pena haberla dejado pasar.
La edición de tapa blanda (que es la que la editorial Under Press seguirá reeditando) también tiene lindos detalles como los remaches metálicos y una ilustración con guardas en la portada.
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