Historieta: Colección Nippur de Lagash Volumen 15

Guion: Robin Wood
Dibujo: Sergio Mulko y Ricardo Villagrán
Editorial: Planeta DeAgostini (material publicado por Editorial Columba en las revistas 'D'Artagnan' y 'Nippur de Lagash - Todo Color' de setiembre a noviembre de 1973)


Antes que nada, ¡¡feliz 2019 para todos!! Muchas gracias a todos los que me acompañan siempre, en especial desde que empecé con este delirio de reseñar religiosamente cada tomode Nippur. Por lo tanto, es ideal dedicarle la primera entrada del año al sumerio.



Este tomo tiene dos mitades bien definidas: tres capítulos unitarios y otros tres que empiezan la segunda saga larga de toda la serie (la primera fue el ciclo en Egipto contra los Hititas)


De los unitarios, como siempre tengo debilidad por las historias donde Nippur tiene poca o nula participación y es más un testigo u oyente de las (des)venturas de un tercero; ‘Udur y su hermano’ (dibujos de Sergio Mulko) es casi una fábula clásica, una especie de ‘Gato con botas’ donde un personaje astuto y subestimado (el tal Udur) ayuda desde las sombras a su hermano Murianim.


La clave pesimista la da ‘Historia al reflejo de una antorcha’ que aprovecha la extensión más larga de ‘Todo Color’ para meter unas cuantas vueltas de tuerca en lo que parecía la típica “malo busca el poder que no le corresponde por la fuerza”. Al dibujo de Ricardo Villagrán no le sobra una viñeta de más y todas las que elige para página completa son funcionales al peso dramático.


‘Ona, la hermosa’ es divertida y relajada, una de conflictos amorosos y una pelea media traída de los pelos para que Nippur haga algo, con Mulko más tranqui con las masas de tinta negra y apostando más por las expresiones de los personajes.


Y arranca lo que suele ser llamado ‘La búsqueda de Teseo’, una saga donde Akamas (segundo hijo de Teseo) solicita la ayuda de Nippur para encontrar a su padre, desaparecido en el mar hace más de un año. Claro está, no es que Akamas le manda un WhatsApp a Nippur y listo, tuvo que mandar mensajeros a todos los lados del mundo por donde se sabe que pasó el Errante y hay varios momentos graciosos hasta que Nippur se entera de su misión en el primer capítulo, ‘Los mensajeros de Atenas’.


En el siguiente capítulo, ‘Los que fueron a Atenas’ (también dibujado por Mulko) Nippur hace quiero retruco y manda su propio mensaje, pidiendo backup en la búsqueda que se viene. Mientras recorre Atenas y tantea el panorama: el pueblo llora por Teseo, pero otros se regocijan; por ejemplo, Menesteo, un antagonista que Robin Wood presenta de pies a cabeza con varios tonos de grises y una moral ambigua. Por fin llegan los que responden al llamado de Nippur y es un hermoso team-up de personajes que dejaron una fuerte huella en diversas épocas: el jorobado Hattusil, la amazona Karien y el regreso triunfal de Ur-El, el fiel compañero de Nippur en sus primeras aventuras.


Por ahí se preguntan que Hattusil aparece… ¿el rubio flaquito que hace Villagrán o el enorme pelado que hace Mulko? Digamos que es un intermedio, un grandote rubio.


Ah, me olvidaba, también vuelve Piritoos…. ¿Quién? Y acá es donde garpa el recuento del pasado en común de Nippur y Teseo que había hecho Wood hace unos tomos atrás, volviendo a presentar a este simpático personaje que solo había aparecido en esa oportunidad.


Listo, tenemos la Comunidad del Anillo formada, hasta hay un posible Boromir en la figura del patriota Pylenor; el grupo se larga a la mar para su primera aventura en ‘Los centauros’, uno de esos capítulos donde Wood toma un conocido mito y muestra la verdad que inspira la leyenda, en este caso de las criaturas mitad hombre, mitad caballo. Villagrán muestra bastante respeto manteniendo los diseños de Mulko del capítulo previo, aunque la Karien de Mulko tiene una frondosa cabellera casi enrulada y a la de Villagrán le cabe más el lacio. Bue, ¡¡puede ser el efecto del mar en la permanente!!

En conclusión, este quilombo se puso bueno y vamos a ver como sigue en el próximo tomo. ¡Nos vemos y de nuevo, buen año para todos!

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