Historieta: Colección Nippur de Lagash Volumen 14




Guion: Robin Wood
Dibujo: Ricardo Villagrán y Sergio Mulko
Editorial: Planeta deAgostini (material publicado originalmente por Editorial Columba entre Julio y Setiembre del 73, en las revistas D'Artagnan y Nippur Todo-Color)

Antes de desmenuzar los detalles de este catorceavo tomo, quería comentar un detalle de la forma de trabajar de Columba que ayuda a comprender cuán importante es el dibujante en el proceso creativo.

Columba tenía varias pautas y reglas sobre el desarrollo y presentación de las historietas: algunas más generales sobre la temática y otras muy específicas como la cantidad de viñetas mínimas y máximas por página. Robin Wood y los demás guionistas escribían no por página sino por viñetas, con más o menos una misma cantidad por capitulo.

¿Quién decidía la cantidad justa de viñetas por página, donde ubicar las más importantes para mantener el suspenso, el tamaño de cada uno de esos ‘miniguiones’? El dibujante, ni más ni menos, cargando con el total peso del ritmo narrativo que tendría el resultado final. Esto queda muy patente comparando los capítulos de D’Artagnan dibujados por Sergio Mulko y los de la revista Nippur dibujados por Ricardo Villagrán; ambas series están escritas por Wood pensando en la misma cantidad de viñetas que usa desde el primer capítulo en D’Artagnan… pero la revista de Nippur es de 16 páginas por historia contra 12 de D’Artagnan.

¿Cómo maneja casi Villagrán el estirar algo pensado para 12 páginas hasta 16? Mete cuatro splash pages por capitulo agrandando una de esas viñetas… y no siempre elige la escena de pelea épica o un momento dramático o algo que amerite el “zoom”, varias veces es una escena común y silvestre pero que por el ‘ritmometro’ fue elegida para llegar hasta el final. Y al día de hoy hay gente que todavía piensa que una historieta depende solo del guionista. En fin.

Y ojo que digo 12 o 16 pero en realidad la primera página casi siempre es una portadilla, una ilustración de página completa con el título del capítulo donde el dibujante pone toda la carne al asador. En estos tomos leídos de corrido las portadillas quedan más como separadores pero pienso en la publicación original, donde ponele que acabas de leer un capítulo de Sarlanga dibujado por un muerto y de repente ves ese ‘poster’ de Olivera, Mulko o quien corresponda diciendo ‘ahora empieza Nippur, ahora viene lo pulenta’… ufff, mierda que si tenía importancia la portadilla ahí. Y de nuevo, cien por cien mérito del dibujante porque ahí ponían lo que se les cantaba, a veces sin nada que ver con la historia. Pará, pará… ¿¿Cómo que la portadilla no tiene que ver con la historia?? Y no, miren esta que corresponde a ‘Arón, el bueno’:

Aparecen Nippur, un pelado que parece un sacerdote, un egipcio con ese gorro clásico de Tutankamon y un muchacho enfrentando un toro a la manera griega (porque gracias a Teseo sabemos que los griegos literalmente tomaban el toro por las astas)… bueno, de esas cuatro cosas solo Nippur aparece en el relato. Posta, no hay toro, ni sacerdote, ni egipcio. Para mí que a Mulko se le traspapelo la portadilla de otra historia pero anda a saber.

Sobre las historias del tomo en sí, ‘Arón…’ son las simpáticas correrías del tal Arón y Nippur buscando una esclava (¿?) pero lo importante es que al final triunfa el amor verdadero entre personajes que se hablaron tres viñetas. Los dibujos son de Mulko igual que en ‘Cuando Tarkos era joven’, un capitulo que aunque un poco más épico e impactante, también tiene una cuota de gran humor gracias a la narración de Tarkos, personaje muy simpático.

En el resto (dibujado por Villagrán) hay dos historias impecables por el dramatismo y temática que manejan… ‘El hombre de guerra’ empieza con 6 viñetas fijas donde vemos como un tal Mardamash se va acercando a Nippur desde el horizonte. Un comienzo tan hipnótico marca que la relación entre estos dos hombres va a ser muy especial, oscilando entre la camarería y la dura rivalidad. Por otro lado ‘Rimas, el general’ es una historia cruel y dramática donde Nippur es solo testigo del recuento.

Hay un episodio de Hattusil, en este caso llamado ‘Hattusil e Inim’, con mucha importancia para el jorobado, que como es dibujado por Villagrán le toca ser rubio pelilargo.

Y finalmente ‘El padre de Siros’ también garpa aunque tiene una vuelta de tuerca que Wood ya uso un par de veces (y seguro usara miles de veces más). En este último episodio es donde mejor se luce el anónimo colorista que toco en suerte.

¡Hasta la próxima!

Comentarios