Comic: Action Comics #1000

 
Portada oficial por Jim Lee
Portada variante por Steve Rude
El primer superheroe hecho y derecho, el que definió por iguales u opuestos a todos los que siguieron, lejos el más reconocible de todos. Hace 80 años apareció en el primer número de una revista llamada Action Comics (AC en adelante), que este año llegó al número 1000, un hecho histórico en la publicación de comics en USA.

Por supuesto hablo de Superman y para celebrar ambos aniversarios DC lo festejó con un número especial de varias páginas, sin publicidad, que reúne autores de todas las épocas del personaje en nuevas historias pensadas para homenajear al más grande.

Entre las muchas movidas para acompañar la llegada de este número (infinitas portadas variantes,  un libro tapa dura con una selección de algunas de las mejores historias en estos ochenta años, etc.) una de las más ansiadas por cientos de fans es el regreso de los icónicos calzones rojos, dejados de lado en el 2011 cuando se intentó una actualización de los trajes que nunca terminó de cuajar. Es tan significativa en simbolismo y a la vez tan intrascendente en la necesidad de justificar esta movida que el guionista Brian Michael Bendis lo resuelve en una sola viñeta con un dialogo de dos personajes anónimos.

Eso es lo único bueno de la historia dibujada por Jim Lee, el resto es un avance de la miniserie ‘Man Of Steel’, donde Bendis comenzó en forma oficial su andadura como guionista de los dos títulos de Superman. O sea que es una historia sin comienzo ni final, un despropósito en un número donde todo lo demás es autoconclusivo, unitario e incluso ligero en el sentido de compromiso con la continuidad actual. Y en general todo de buen nivel.

Dan Jurgens y Peter Tomasi cierran cada uno con un capitulo sus respectivas etapas como guionistas de AC y ‘Superman’ desde Rebirth. Más allá de eso lo de Jurgens es histórico, no por nada es el hombre que mató a Superman en los 90’s. Su historieta, escrita y dibujada en forma integral, es simpática y bien llevada por la interacción de Lois, Clark y Jonathan. Lo único para criticarle es esa viñeta con toda la Liga, todos los héroes grosos… y Harley Quinn y Deathstroke en el fondo… obviamente metidos a presión por la editorial.

Lo de Tomasi, acompañado siempre por Patrick Gleason en los lápices, es glorioso; una excusa con Vandal Savage, Hipertime y sarasa para que en cada página Gleason homenajee una etapa clásica del personaje, desde el Superman peronista de Siegel y Shuster hasta hitos modernos como ‘Kingdom Come’. Gran cierre de la etapa de este equipo creativo y de paso una muestra del potencial del Hypertime (un concepto bizarro creado por Mark Waid y Grant Morrison a fines de los 90’s) para tratar con la complicada continuidad de DC.

¿Qué más tenemos? Marv Wolfman reescribe unas páginas que dibujó Curt Swan y nunca fueron publicadas. El resultado es un poco raro, depende mucho de la información que dan los bloques de texto, pero se aprecia el esfuerzo para que Swan forme parte del festejo desde el más allá.

Otro regreso de fines de los 80’s es el de Jerry Ordway, un groso que debe tener mil años y sigue dibujando con la misma calidad de siempre. Su historia la escribe Louise Simonson, otra guionista fundamental de esa época donde Superman moría, resucitaba, se hacía eléctrico, votaba por el PRO, etc. Qué tiempos aquellos.

La idea de Geoff Johns y Richard Donner es genial: cuentan la historia del dueño del auto que Superman revolea en la legendaria tapa del AC #1. Todo con hermosos dibujos de Olivier Coipel.

Otro guionista que se luce con una historieta cortita y simpática es Scott Snyder, dándole un merecido spotlight a Lex Luthor, principal villano pero también desde hace muchos años un secundario fundamental de los supertitulos. En esta ocasión el dibujante es el gran Rafael Albuquerque, aliado fundamental de Snyder en ‘American Vampire’.

Otro villano con su propia partecita es Mxyzptlk; el argumento de Paul Dini funciona perfecto como homenaje a Superman y para el lucimiento del gigantesco José Luis García-López.

El segmento escrito por Tom King y dibujado por Clay Mann tiene una idea es excelente. Un dialogo en particular me parece que estropea la dualidad de ser humano y superheroe más allá del tiempo que quiere plantear King pero el remate emotivo es copado y el dibujo majestuoso.

Por último (porque me niego a reconocer la chantada de Bendis y Lee como cierre de semejante número) Brad Meltzer, un tipo que la tiene clara en lo de explorar el lado humano de los supers, define con una historia sencilla la relación entre Superman y el resto de la humanidad. John Cassaday se luce en las únicas cinco páginas narrativas que metió en este año.

En conclusión la AC #1000 es un lindo especial antológico, apuntado a los fanáticos de largo tramo pero también disfrutable por los lectores ocasiones que se acerquen por la importancia histórica. Como cierra la historia de Tomasi: ‘Feliz cumpleaños, Superman. Por otros mil números y otros ochenta años’. Chin chin.

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