Comic: The Amazing Adventures of The Escapist Volumen 3

Guión: Varios
Dibujo: Varios
Editorial: Dark Horse (publicado originalmente como 'The Amazing Adventures of The Escapist' 5-6)



Joe Kavalier y Sammy Clay son dos legendarios artistas de la llamada Edad Dorada de los comics, el periodo que arranca en 1939 con la aparición de ‘Action Comics’ #1. Kavalier (dibujante) y su primo Clay (guionista) crearon un personaje llamado The Escapist cuya popularidad llegó a rivalizar con la de Superman, al punto que hoy en día se siguen publicando historias.

¿Suena convincente, no? Bueno, no.... resulta que Kavalier, Clay, sus vidas, su creación, es todo material ficticio pensado por el escritor Michael Chabon (‘Wonder Boys’, coguionista de ‘Spider-Man 2’) para una novela que se convirtió en un éxito de crítica y ventas, ‘The Amazing Adventures of Kavallier & Clay’. Es tan buena la investigación y toda la data que tira Chabon con respeto a la industria del comic yanqui que es muy fácil creer que existe una especie de Mandrake mezclado con el Spirit de Will Eisner impartiendo justicia por todo el mundo. Y que en todos sus años de historia fue publicado por diversas editoriales (al igual que Spirit)

Y como a la novela le fue muy bien y la “mentira” es tan copada en concepto, la editorial Dark Horse editó una antología reuniendo bocha de autores (varios consagrados y varios más del palo independiente) para crear los “verdaderos comics” del Escapist. La reseña de hoy cubre el tercer y último volumen pero al ser todas historias autoconclusivas que cubren varias épocas del personaje no tuve mucho problema con la lectura. Eso sí,  quiero leer YA la novela porque quede recebado.

¿Hay algo en particular que le de más importancia a este volumen que a los demás de la serie? Digamos que si por un dato anecdótico. La primera historia es un team-up entre Escapist y….si leyeron hasta acá ya lo imaginan…. Spirit! Y que como tiene que ser esta realizada por el propio Eisner apenas unas semanas antes de morir. No es ni a palo una joya, son apenas 6 páginas con un argumento ultra simple pero igual Eisner con sus 88 años encima metió un buen dibujo, tramas de gris muy bien hechas y hasta un pequeño juego de meta. Gloria y loor al gran maestro, Eisner inmortal.

Antes de seguir con el resto de las historias, es bueno aclarar que ninguno de los autores participantes busca reinventar la rueda. Todos se acoplan a la idea de contar aventuras de este curioso Houdini enmascarado, aunque dándoles una onda propia y acorde a la época que quieren ubicar la acción. Ni más ni menos que eso.

‘The death of the Escapist’ es una buena historia de 20 páginas escrita por Kevin McCarthy donde parece que ocurren muchas más cosas. También es una buena oportunidad para conocer el elenco de ayudantes que tiene el Escapist. El dibujo de Shawn Martinbrough me sigue cebando desde los tiempos de ‘Detective Comics’ con Rucka.

‘Liberators’ es una pequeña gema de Howard Chaykin con todos sus elementos favoritos: espionaje en la Segunda Guerra, menciones y apariciones de celebridades de la vida real, la femme fatale, etc. Y todo con su espectacular dibujo. Lo único que le falta para ser un Chaykin 100% es una escena bien sangrienta pero se lo perdonó porque Chaykin.


‘The EscapeNot: Look into the Abyss’ de Paul Hornschemeier no la entendí, no cacé el chiste y me pinta que debe tener paginas similares en los tomos anteriores para darle más contexto. Por suerte es una pavada de solo dos páginas.

Mucho mejor es ‘A Fair to remember’, con guión de Daniel Best y dibujazos pintados de Eddie Campbell. Por lo general el australiano no me ceba pero cuando se colorea él mismo es genial.


‘Doc Hypnosis vs. The Escapist’ de Paul Grist es correcta, me parece que daba para un poquito más, aprovechar un toque más al copado antagonista. El dibujo de Grist sin ser el delirio noir de ‘Kane’ igual se luce.


‘Another man’s escape’ es una historia de Tom Mayflower (la identidad “civil” del Escapist) en Vietnam. El guión de Crist Offust tiene un lindo espesor dramático para aprovechar la ubicación y el dibujo de Tom Yeates encaja perfecto. Con toda tranquilidad esto podría ser un número de ‘The Nam’ y no algo relacionado con un héroe, de hecho hay un texto introductorio (en joda pero muy seriamente escrito) donde explican porque una historia “real” de guerra se convirtió en algo más.

‘The “Escapist”’ es una joya de dos páginas del noruego Jason. No necesita más ni menos.

‘Electricity’ es una historia mala leche de una pobre flaca que le pasa de todo, una especie de historia del corazón como las que hacían Lee y Kirby pero donde todo sale mal. ¿Qué tiene que ver con el Escapist? Absolutamente nada, bien gracias. Igual hay un texto que explica porque fue incluida y como esta buenísima no me quejó. El guión es de Steven Grant y el excepcional dibujo del querido Norm Breyfogle.


Ya que menciono tanto los textos, esta bueno destacar el laburazo de Roy Thomas, que simula “artículos escritos para Alter Ego” contando varias de las aventuras editoriales del personaje. Después de leerlos ya estoy dudando si los comics no existen realmente.

En ‘The Siren Song of Cirse Shaughnessy’  Chaykin repite como guionista pero de la parte grafica se ocupa un tal David Hahn que no me movió un pelo; la historia tampoco es gran cosa pero a los fans de la música puede caerle simpática.

‘The Escapist escapes again’ de Jeffrey Brown (autor de esos muy simpáticos libritos de ‘Darth Vader and son’) me hizo reír varias veces a pesar de la crudeza del dibujo.

Y para el final queda justamente una llamada ‘The Final Curtain’ que es excelente. El guionista Jason Hall toca un tema espinoso como es la eutanasia y la presencia del justiciero no hace nada de ruido. El dibujo de Eric Wight acompaña muy bien sin quitar la atención del conflicto.


En conclusión esta antología, al menos en este volumen, es un buen muestrario de autores divirtiéndose con un concepto que claramente los cebó; no puedo decir que haya algo que me haya partido el bocho pero me generó el suficiente interés por ver qué onda los otros tomos, la miniserie de Vaughan que de alguna forma es una secuela de la novela y, por supuesto, querer conseguir el libro de Chabon ya mismo.

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