Guión y
Dibujo: Pedro Mancini
Editorial: Prendefuego Colectivo Editorial
Editorial: Prendefuego Colectivo Editorial
Hay comics que son muy pero muy difíciles de clasificar ya
sea porque no se desarrollan en un genero especifico o porque tienen un guión
que rompe con cualquier estructura de inicio, desarrollo y final o simplemente
porque el autor tiene un pire astronómico. “Ultradeformer” es uno de esos
comics y es tan único por la suma de los tres factores ya mencionados.
La mejor forma (o la única) que se me ocurre para definirlo
es que es un “Pedro Mancini 101”, una breve antología perfecta para conocer el
mundo extraño, bizarro, en que se mueven la mayoría de las creaciones de este
autor. Mancini es un narrador con un sentido del timing espectacular; muestra
lo justo en cada viñeta, no recurre a ningún tipo de estridencia o efectismo
innecesario y le da el mismo clima a un vagón de tren que a una dimensión digna
de la peor pesadilla.
Pero ojo, hablo de un clima muy particular: onírico, subjetivo,
con muchos silencios y personajes con enormes cabezas de animales mirando fijo,
a la nada. Lo mejor de la película más fumada de David Lynch plasmado en comic
con una naturalidad pasmosa.
¿El argumento? Mmm, ahí ya me la complicas, el libro arranca
con algo parecido a un policial paranoico, “El misterio de Krang”. Es la más
historia más larga (19 páginas) y me parece que fue realizada en una fecha
bastante anterior al resto del libro porque el dibujo no tiene todas las tramas
y texturas que abundan en las siguientes secuencias. Igual me pareció la parte
más lograda, con incluso un final que tiene algo parecido a una vuelta de
tuerca. Y resaltó el “parecido” no porque falte originalidad sino por lo
contrario, es un desborde de imaginación que hace imposible pensar que espera
en la siguiente pagina.
Terminado lo de Krang siguen páginas más aleatorias,
pequeñas anécdotas o fabulas que se desmadran enseguida, que se van al carajo
en delirio y surrealismo; tal como dice un caption “cuando me quiero dar cuenta
ya estoy sumergido por completo en el ultramundo”. Desde William Burroughs
hasta Alan Moore pasando por la portada homenaje a René Magritte, Mancini
aprovecha y homenajea al máximo a sus influencias.
El dibujo es excelente, simple a primera vista pero con un
trabajo en los detalles muy pero muy elaborado.
Incluso con una sensación de inquietud, de “que carajos
estoy leyendo”, “Ultramundo” me enganchó, me cebó y ahora quiero si o si más
cosas de Pedro Mancini.
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