Guión: Brian Wood
Dibujo: Rebekah Isaacs
Editorial: DC/Wildstorm; edición en español: Norma Editorial
Dibujo: Rebekah Isaacs
Editorial: DC/Wildstorm; edición en español: Norma Editorial
Mi recuerdo de DV8 en los 90’s es mínimo, me acuerdo de que
eran un grupo de pendejos mal cebados con poderes que empezaron como villanos
de GEN13 y después tuvieron su propia revista escrita por Warren Ellis con
mucha mala lecha y unos dibujos muy pilas de Humberto Ramos. También me acuerdo
que ese equipo creativo duró como un pedo en una canasta y ahí perdí todo interés
en cualquier cosa de Wildstorm hasta que Ellis arrancó con “Planetary” y “The
Authority”
Por suerte esta saga del 2008, escrita por el gran Brian
Wood ("Northlanders"), asume que todos los lectores tienen un bagaje de DV8 igual o menor al mío
y es totalmente auto conclusiva, sin referencias (o muy mínimas) a historias
previas, llena de cuadritos que me recuerdan los nombres de los personajes en
cada issue y hasta arranca con el truco narrativo más clásico para identificarnos
y empatizar: los protagonistas están tan
en bolas como nosotros. No saben porque de repente cayeron en un planeta alienígena,
quién los mandó ahí, con que fin ni que van a encontrarse. Las respuestas a
varias de esas preguntas aparecen medio a las apuradas en el capítulo final y
son para tomarlas con pinzas, no esperen demasiada justificación o sentido.
Lo que si garpa es la idea de que sucede cuando un grupo de
tipos muy inestables, muy poderosos y que no se llevan demasiado bien son aceptados como dioses por las primitivas
tribus del planeta. Cómo reacciona cada miembro del grupo, como modifica ese ecosistema
tribal, como les repercute a ellos mismos es lo más jugoso del libro. Wood se toma su
tiempo para desarrollar el proceso de cada personaje y con mucha maestría va
construyendo discordia, conflictos y llega a un desenlace… que daba para más,
que podía haber sido algo muy groso pero como se terminaron las paginas hay que
volver a reconectar a los DV8 con el resto de la continuidad Wildstorm, por
forzado que quede.
El dibujo de Rebekah Isaacs (who?) es correcto, le falta un
poco de pasión para hacer a los personajes más expresivos, con más identidad
propia, con menos poses y posturas de álbum de figuritas. Pero cumple bien con
el rol narrativo y no resulta desagradable a la vista. Y las portadas de Fiona
Staples son hermosas.
Sin duda esta saga es un punto casi intrascendente en la
obra general de Brian Wood pero entretiene y es un interesante estudio de la
violencia, de la incesante necesidad humana por entrar en conflicto con el prójimo.
Y de paso le da carnadura y personalidad a unos personajes que empezaron siendo
la enésima representación del estiércol que llenaba el mainstream USA en los 90’s.
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