Guión: Warren Ellis
Dibujo: John Cassaday
Editorial: DC/Wildstorm (publicado originalmente como Planetary 1-12)
Otro comic que hacía años que no leía y ahora redescubrí. La
diferencia con “Hellblazer” es que “Planetary” desde el vamos me había parecido
espectacular pero cuando lo leí por primera vez fue en edición española, numero
por numero, y se me cortaron al toque las posibilidades de conseguirla.
Hoy en día con los tomitos en ingles es otro cantar. Y lo mejor es que me gustó
aún más todavía.
“Planetary” es el nombre de una organización con varias
sucursales en todo el mundo, un jefe que nadie parece conocer apodado “el
cuarto hombre” y un equipo de campo principal de tres personas con habilidades muy
especiales (los protagonistas, bah) que se dedican a investigar los casos
más raros y misteriosos del mundo. ¿Suena loco? Más loco aún son los casos que
investigan. Como un muy acertado Alan Moore pone en la introducción, el grupo
de Planetary son arqueólogos no solo de lo fantástico sino de la ficción
universal en sí misma; todo lo que investigan son versiones apenitas
distorsionadas de los más grandes iconos de la ficción, de sus historias y
hasta de sus creadores. Pero el guionista Warren Ellis no solo les
rinde homenajes a esas creaciones sino que las cuestiona, desmenuza como
funcionan y las reconstruye pieza a pieza para hacer algo nuevo y único. ¿Qué
pasa cuando Godzilla y los otros monstruos japoneses se quedan sin alimento?
¿Qué pasa cuando los héroes pulp de los 40’s casi son arrasados por los
superhéroes de los comic books? ¿De dónde vienen los fantasmas vengativos de Hong Kong?
Ya que hablamos de “Hellblazer”, a modo de ejemplo, en un capitulo
muere “Constantine” (entre comillas porque acá no se llama
así pero sabemos que ES Constantine) y renace como “Spider Jerusalem”,
el protagonista de “Transmetropolitan”, otra gran serie del mismo guionista. De
ese tipo de guiños brillantes “Planetary” está lleno aunque llamarlos solo guiños
es quedarme muy corto, algunos de estos homenajes quedan solo en un capitulo
unitario pero la gran mayoría pasar a formar parte de un argumento mayor que
Ellis va rebelando con cuenta gotas, ese que tiene que ver con la identidad del
cuarto hombre (que se rebela al final del segundo tomo) y con una versión siniestra de los cuatro fantásticos que pintan
ser los grandes villanos de la serie.
Y de yapa, como si le faltara algo, a través de esta serie y otras
dos (“Stormwatch” y su sucesora, “The Authority”) Ellis le dio una gran
coherencia interna al universo Wildstorm, metiendo conceptos como el copo de
nieve para describir al multiverso (mil veces más imaginativo que el limitado número
de 52 universos que maneja DC hoy en día), el Bleed (la materia entre universos)
y los individuos nacidos a principios del siglo XX como un “antivirus del mundo”
(como Elijah Snow, miembro de Planetary, y Jenny Sparks, líder de The
Authority), una idea muy similar a la que tuvo el escritor Philip José Farmer
para vincular los orígenes de Doc Savage, Tarzan y varios personajes más que
tienen sus correspondientes homenajes en “Planetary”. En definitiva detalles
pero que en su momento ayudaron a darle sentido a una línea editorial que ya había arrancado a los
ponchazos en Image y que se encontraba bastante caótica al separarse y unirse a
DC.
Y como si a esta serie le faltara algo tiene un artista que no
solo acompaña los guiones a la perfección, sino que hace un laburo tan pero tan
groso que si a “Planetary” le borras los diálogos o se miran páginas sueltas
sin tener idea de que se trata, igual te vuela la cabeza. La narrativa, la composición
visual, las portadas que van mutando acorde a la historia del capítulo en
cuestión… todo está controlado milimétricamente por John Cassaday en el mejor
laburo de su carrera, incluso superior a “Astonishing X-Men” con Joss Wheddon.
Y los colores de Laura Martin también acompañan a la perfección.
En conclusión “Planetary” es un clásico moderno y una obra maestra hecha con mucha pasión por sus autores.
En conclusión “Planetary” es un clásico moderno y una obra maestra hecha con mucha pasión por sus autores.
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