Guión: Steve Niles
Dibujo: Kelley Jones
Editorial: DC Comics (originalmente publicado como ‘Batman:
Gotham after Midnight’ #1-12)
Un nuevo villano, del que jamás escuchamos y que no tenemos
ninguna pista, está usando a los demás enemigos de Batman para sus propios
objetivos. Batman va a tener sospechas sobre alguien, se va a involucrar románticamente
con otra persona y sobre el final va a tener todo un sacudón. Mira vos, otra
vez voy a leer ‘Hush’…. ah, no, momento, esto no es la saga de Jeph Loeb y Jim
Lee; es OTRA saga que también tiene 12 números
y que combina un autor veterano del murciélago con otro de mucho prestigio pero
que había tratado poco o nada a Batman.
En este caso se invierte la formula: el batiexperto es el dibujante
y el “recién llegado” Steve Niles, que aunque es conocido sobre todo por las
sagas de ’30 days of night’, tiene una larguísima trayectoria en comics de terror
con algunos toques policiales. Y por ese lado está la mayor diferencia entre ‘Hush’
y ‘Gotham…’, que en lugar de apuntar al pochoclo y la faceta más popular del
batimundo, trata con lo terrorífico, el misterio, lo sangriento. Eso y que con
honestidad es muy superior en argumento a ‘Hush’: esta mejor escrita, tiene
grandes momentos de diálogos, hasta me gusta la actitud de Batman, más humano y
menos Bati-Dios. El Batman de Niles analiza, especula, es un detective hecho y
derecho que incluso se equivoca. Una pena que escribe para el culo a Catwoman,
personaje que a esta altura es mucho más complejo y desarrollado de la que
presentan acá pero bue, todo no se puede.
Me copo mucho la exploración de Gotham que hace Niles, le
da mucho peso a la gente normal, no tanto a un personaje en particular pero si
haciendo énfasis en que incluso vivir en una ciudad donde cualquier día el
Joker te puede matar… igual tiene sus cosas buenas. De hecho hay un planteo muy
interesante con Midnight (el nuevo villano) porque con en cierta forma logra a
lo bestia e inhumano lo que Batman busca desde hace años con otros métodos. Sin
duda es una linda exploración fuera del micromundo que es la batifamilia, sobre
todo porque Batman en esta aventura no tiene acompañantes (sacando al fiel
Alfred que se roba los mejores diálogos)
Sino pongo en un pedestal más alto a esta saga es porque,
como ya indique, me parece que sigue un molde muy pre-establecido, al punto de
que (igual que ‘Hush’!) también se desinfla un poco en un final sobre explicado.
Pero igual es una saga muy digna en sus propios meritos y merece recibir más
atención de la que tuvo.
Kelley Jones es sin
duda un dibujante que levanta odios y pasiones. Yo me considero más en
el segundo grupo porque me encantan sus climas tenebrosos, los personajes
deformes y exagerados, la narrativa que usa y hasta esos detallecitos como el “mini”
Batman abriendo o cerrando cada capítulo (detalles que también usaba en su
larga etapa junto a Doug Moench en la serie regular de Batman) pero entiendo
perfecto que su estilo “Bernie Wrightson con esteroides” no le guste a mucha
gente.
Disfrute mucho este ‘Hush’ 2.0 y lo recomiendo sobre todo a
los que ya están un poco podridos del Batman supremo que todo lo puede.
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