Dibujo: Scott Hampton
Editorial: DC Comics
Cuando leí este tomo (el primero de tres) hace años mucho no me había enganchado pero ahora que conseguí el segundo a un buen precio decidí darle otra oportunidad y la verdad que me cebó mucho más.
La historia toma algunas cositas de "Frankestein", clásico que al guionista Steve Niles le encanta y ya re versionó un montón de veces, siempre con resultados interesantes. En este caso el monstruo de la historia, llamado Simon, es una criatura sin memoria ni identidad que protege el barrio más....¿¿jodido de Gotham, verdad?? Nyet! Uno de los hallazgos de Niles es que la historia transcurre en un suburbio tranqui de Gotham, donde no suele haber mucho quilombo en parte gracias a Simon y en parte porque el barrio se lo reservo una secta satánica (con miembros muy bien conectados de la sociedad de Gotham) para hacer de vez en cuando sus rituales. Lo que se dice, un barrio encantador para criar a la familia.
Algo que en su momento me había molestado es que el tomo se lee rapidísimo porque Niles en general es muy escueto con los diálogos y recurre a varias secuencias mudas. Pero una cosa que se aprende como lector con los años es apreciar los textos que si están más que echar en falta los que no están. Si, "Simon Dark" la sigo leyendo a los pedos, pero esta vez realmente me enganche con este riquísimo mini-mundo dentro de la ciudad de Batman que construyeron los autores y que me parece que los demás títulos del Bati alegremente ignoraron como en su momento también pasó con "Hitman". Simon es un personaje al que se le toma mucho cariño y también a sus secundarios (una nueva vecina del barrio, una forense y un detective con un secreto vinculado a la historia de Simon, entre otros), todos definidos por diálogos breves pero concisos y puntuales y escenas que mezclan la acción y el terror con un tono de humor negro y cierta ternura. A modo de ejemplo, la escena cuando Simon aprende el sentido de la muerte es macabramente brillante.
Y siguiendo su tradición de aliarse con buenos dibujantes del genero terrorífico (Bernie Wrightson, Ben Templesmith, Sam Kieth, etc.) acá Niles hace dúo con Scott Hampton, artista que lo general pinta su propias historias, logrando un efecto muy artístico y clásico en sus obras aunque faltándole un poco de plasticidad y fluidez a los movimientos de los personajes. Igual para mi sorpresa en este caso los colores los puso Danny Vozzo (groso colorista durante la etapa de Morrison y Case en "Doom Patrol") y en general el laburo de Hampton me gustó, va muy bien con los guiones de Niles aunque si me voy a quejar que las 2 chicas que acompañan a Simon (la forense y la vecina) parecen hermanas gemelas, solo distinguibles por los diálogos y algún detalle en el pelo cuando comparten pagina.
En conclusión este es el primer tomo de una serie que pintaba polenta, de esas donde los autores toman el entorno que les da la editorial y se dan el lujo de contar una historia muy personal y que espero que tenga un final acorde a su calidad cuando llegue al tomo final.
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